Los dientes están constituidos por un núcleo de dentina recubierto de esmalte. Blanquear dientes supone blanquear la dentina porque ésta -y no el esmalte- es la responsable del color de los dientes. Debido a su bajo peso molecular, los productos blanqueadores atraviesan sin dificultad el esmalte, aprovechando los intersticios de su estructura prismática. El blanqueamiento dental exige personalizar la técnica adaptándola a cada caso individual, variando no sólo los tiempos de aplicación sino, además, las concentraciones de los geles, catalizadores, etc.
Para obtener el máximo blanqueamiento y que además se mantenga a lo largo de los años, será necesario blanquear la dentina en todo su espesor. Esto se consigue haciendo que los productos blanqueadores atraviesen repetidas veces la dentina, impregnándola hasta sus zonas mas recónditas.
Por esta razón, desde hace unos años, los más acreditados expertos en blanqueamiento dental vienen recomendando hacer tratamientos de varias sesiones en clínica, junto con la ultilización simultánea de los moldes flexibles nocturnos cargados con los geles durante algunas semanas. No obstante, las alteraciones del color más suaves pueden resolverse con un tratamiento menos intensivo.
Las carillas dentales son laminas de porcelanas de aproximadamente 1 mm de grosor capaces de adherirse a la parte frontal del diente.
Para su colocación, el diente debe ser desgastado y luego se realiza una impresión de la pieza con la cual se confeccionaran carillas personalizadas para cada paciente. Durante este tiempo de espera se colocan carillas provisionales para evitar la sensibilidad dental.
Implantes dentales
Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
Actualmente están fabricados preferentemente de titanio químicamente puro y actúan como sustitutos de las raíces dentales. Tras su colocación dentro del maxilar o de la mandíbula sirven para que, una vez que estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
Cada implante, como ya hemos comentado, hace las veces de raíz artificial sobre la cual se asentará la corona o prótesis dental
Puentes dentales
Los puentes dentales se colocan cuando hay uno o más dientes perdidos. El objetivo es estabilizar la mordida, evitar que se muevan o inclinen los dientes adyacentes al espacio que hay en la zona de las piezas que se han perdido.
Cuando no hay un diente adyacente en uno de los lados, es posible hacer un puente en voladizo, que está soportado por un solo diente.
Existen tres tipos principales de puentes dentales, pero el concepto detrás de todos ellos es el mismo: los dientes artificiales (pónticos) se colocan en la boca y se anclan a los implantes o dientes vecinos (estribos).
Coronas dentales
Una corona dental es una funda que cubre un diente dañado. La corona fortalece el diente y mejora su estética. En ocasiones, a la corona dental se le llama también "funda dental", sobre todo por el paciente, que no las ve como una prótesis en sí.
Las coronas dentales se aplican con una resina o cemento y envuelven la parte visible de un diente que se encuentra por encima de la línea de las encías.
Una corona dental puede ser necesaria si el diente está dañado (roto, con caries, desgastado, etc.) o muy manchado.
Las corona dental brinda soporte al diente después de colocar un empaste, un implante dental o un puente dental. También se utiliza la corona dental para proteger el diente después de un tratamiento del nervio del diente o endodoncia.
La Periodoncia es una especialidad de la Odontología que trata las enfermedades de las encías y hueso que sostiene los dientes.
Existen dos grandes grupos de enfermedades periodontales: las gingivitis y la periodontitis. Las Gingivitis son las enfermedades que únicamente afectan a las encías, es decir a los tejidos blandos que protegen los dientes. Por otra parte, las Periodontitis ya constituyen un grupo de infecciones que afectan no sólo al hueso que sujeta los dientes, sino que además afecta a otros tejidos como son el ligamento periodontal y el cemento radicular.
La endodoncia es el tratamiento del diente que consiste en eliminar el tejido pulpar (o nervio), que está dentro de las raíces, limpiar y preparar los conductos hasta el final de las raíces y finalmente sellar estos conductos con un material adecuado. La endodoncia también se conoce comúnmente por otros nombres como tratamiento de conductos, desvitalizar o "matar el nervio".
¿Para qué sirve una endodoncia?
La endodoncia es un procedimiento que sirve para conservar piezas dentales que de otra forma habría que exodonciar, permitiendo su posterior reconstrucción y rehabilitación, evitando por tanto su extracción.
No hay nada mejor que el propio diente, y puesto que la extracción es un hecho irreversible, en los casos necesarios la endodoncia es el primer tratamiento que se debe contemplar.
El empaste dental se realiza mediante la técnica de la obturación. En odontología esta es una de las técnicas más conocidas y consiste en limpiar la cavidad creada por la caries y rellenarla de alguno de los materiales adecuados. De este modo, se conserva la anatomía dental ayudando a mantener la estética y la funcionalidad del diente. Un buen empaste asegura una buena masticación.
En definitiva, el empaste es el resultado de colocar un material restaurador para remodelar un diente con caries que ha sufrido una pérdida parcial de su masa. El empaste no solo se realiza en dientes con caries sino también en piezas que tienen malformaciones, golpes u otro tipo de problemas.
Cuando la caries es tan profunda que alcanza al nervio es cuando tenemos que realizar la endodoncia.