El mejor tratamiento para cualquier enfermedad como bien es conocido es la prevención.
Si además añadimos un diagnóstico precoz de la enfermedad cuando no haya sido posible su prevención los resultados de los tratamientos serán mucho más exitosos.
Por ello las clásicas revisiones periódicas es una de las herramientas más eficaces frente a estas enfermedades bucodentales.
Así mismo la buena higiene bucal del paciente es fundamental para poner barreras al desarrollo de las enfermedades.